jueves, 2 de mayo de 2013

Biografia De Ñico Saquito



























Nombre Benito Antonio Fernández Ortiz
Nacimiento 13 de febrero de 1902
Santiago de Cuba, Oriente
Fallecimiento 4 de agosto de 1982
La Habana, Cuba

El famoso guitarrista y compositor cubano Ñico Saquito recobra toda la vitalidad de su leyenda cada vez que asoma el tema del talento musical cubano, y, sobre todo, la cualidad de algunos como él para ser simpáticos y profundos cronistas de su país.

Nacido en febrero de 1901 en Santiago de Cuba, al oriente de la Isla, cálida urbe caribeña, situada a más de 900 km de La Habana, Benito Antonio Fernández Ortiz fue uno de esos seres que nunca se desvían de lo que parece el destino, gracias a un talento que se impone ante los obstáculos.

A los 12 años, Ñico Saquito tuvo que convertirse en soldador metalúrgico debido a la humildad de su familia.
Así fue como participó en algunas zafras azucareras antes de 1959.
Cuando aparecía el temido “tiempo muerto” —período en que cesaba la molida— Ñico Saquito vendía sortijas, fosforeras, fogones de cocina, coladores de café.

De acuerdo con la leyenda, el que después sería famoso integrante de Los Guaracheros, era contratado, cuando joven, por equipos de béisbol que visitaban Santiago de Cuba:
entonces, él iba con un saco para capturar las pelotas que se escapaban del terreno, de ahí que los aficionados lo bautizaron como Ñico Saquito.
La música comenzó a invadir el espacio de Ñico cuando su mamá y su tía juntaban voces en el barrio Tivolí, donde él nació, además de la influencia de la tradición folclórica y musical de Santiago de Cuba.
A los 15 años, acarició por primera vez una guitarra, ayudado por el maestro Félix Premion.
Después de varios años de probar fortuna en el arte, integró el Cuarteto de Manolo Castillo, mientras tocaba guitarra y cantaba. En 1934 integró el grupo Típico Oriental, dirigido por el brillante tresero Guillermo Mozo.

La obra musical de Saquito más de 500 composiciones abarcó toda la gama de la música popular cubana, incluyendo la campesina. Sus composiciones han integrado el repertorio de los más destacados artistas y agrupaciones de Cuba, siendo además interpretadas por importantes voces en el extranjero. Todas adquirieron asombrosa popularidad, entre ellas, Camina como Chencha la Gambá, Mi cinturita y Me voy para la luna. El famoso trío mexicano Los Panchos conquistó a miles de admiradores con el tema Silverio, Facundo y la luna.


En 1928 comenzó su carrera como trovador con el Cuarteto Castillo con este como director y voz segunda; Ángel Almenares y Juan Medina, guitarra, y Ñico Saquito, cantante y maraquero; posteriormente formó parte del grupo Típico Oriental, dirigido por Guillermo Mozo, con el cual hizo su primer viaje a las calles de La Habana.

En 1934 regresaría a la capital, esta vez con el Quinteto Cubana Star, integrado por Enrique Pugita, Ramón Dilú y Francisco Repilado (Compay Segundo), con el que actuó en el Cabaret Montmartre y en la radioemisora RHC Cadena Azul, de Amado Trinidad Velasco, y posteriormente en Radio Suaritos, donde alternó con José Ramón Sánchez (El Madrugador), Celina González y Reutilio, Merceditas Valdés, Fernando Albuerne, Senén Suárez y Obdulio Morales.

En 1942 fundó el Cuarteto Compay Gallo, que integran Ñico Saquito, director y voz prima; Rigoberto Hecheverría (Maduro), tres; [[Manolo Castillo|Manolo Castillo, voz segunda, y Ángel Almenares, guitarra.

En 1948 creó Los Guaracheros de Oriente, integrado por Félix Escobar (El Gallego), paila y
voz prima; Gerardo Macías (El Chino), guitarra y voz, Florencio Santana (Picolo), guitarra y voz. Con este grupo viajó por Venezuela, Tampa, Cayo Hueso, México y Nueva York.
En 1951 viajó a Venezuela con Los Guaracheros de Oriente el que después se separó y allí trabajó con el trío América y el cuarteto de Tico Álvarez. En 1960 regresó a Cuba. Desde entonces, y hasta su fallecimiento, trabajó en el bar-restaurante La Bodeguita del Medio|La Bodeguita del Medio. Sobre su manera de crear dice Ñico Saquito: «Mis canciones nacen de un dicharacho, de un cuento que oigo en cualquier lugar, de un chiste y, porsupuesto, de las alegrías y sinsabores que me han sobrevenido en algún momento de la vida. Pero todas completamente todas, tienen raíz popular […].» De ahí la perdurabilidad de sus guarachas, guajiras y boleros; en ellas se ve reflejado el cubano, su vida cotidiana, porque su música es un reflejo de su idiosincrasia; en ellas maneja el enredo, "María Cristina"; un suceso artístico, como la novela "El derecho de nacer", de Félix B. Caignet.

Participó con Los Guaracheros de Oriente, en el filme cubano Rincón criollo, 1951, junto a la vedette Blanquita Amaro, la cantante Celia Cruz y el dúo de Celina y Reutilio.

Pero el éxito de Saquito —por el que todas las miradas lo iluminaron— fue “Cuidaíto Compay Gallo”, que compuso en 1936, pieza de gran notoriedad en las voces y guitarras del trío Matamoros, que le grabó el tema y lo hizo popular. Otros conjuntos lo incorporaron a su repertorio cuando escucharon algunas estrofas:
Estimulado, Ñico Saquito fundó, en 1937, el trío Compay Gallo, con el que grabó otras de sus populares y contagiosas piezas, entre ellas la guaracha “Saca la jabita” y el son “Un domingo en el batey”, más tarde escogidos por el maestro Gonzalo Roig para ser interpretados en el filme Romance del Palmar.
Ñico Saquito es el compositor de la gracia cubana, de una inspiración que se deja arrastrar por un humor burlón y chispeante que no se detiene ante las circunstancias más desfavorables.
Varios cantantes extranjeros se sintieron estimulados por el genio del cubano. Le grabaron temas famosos de la época como “Camina como Chencha la Gambá”, “Mi cinturita”, “Me voy para la luna”, mientras el trío mexicano Los Panchos conquistó a miles de admiradores con el tema “Silverio, Facundo y la luna”.
Pero la canción más popular de Ñico Saquito es la que ha quedado como sellada en la memoria de los cubanos: “María Cristina”, cuya estrofa, convertida en leyenda, dice: “María Cristina me quiere gobernar, y yo le sigo, le sigo la corriente, porque no quiero que diga la gente que María Cristina me quiere gobernar”.
Participó con Los Guaracheros de Oriente, en el filme cubano Rincón criollo, 1951, junto a la vedette Blanquita Amaro, la cantante Celia Cruz y el dúo de Celina y Reutilio.
Sus creaciones han permanecido a través de los tiempos en el repertorio invariable de grandes intérpretes como Benny Moré, Compay Segundo, el Septeto Ignacio Piñeiro, Cheo Feliciano, Oscar D' León, por sólo citar algunos de ellos.
Numerosas películas del cine latinoamericano cuentan con sus obras en sus bandas sonoras.
La producción musical de Ñico Saquito abarcó toda la gama de la música popular cubana, incluyendo la campesina y sus composiciones han integrado el repertorio de los más destacados artistas y agrupaciones de Cuba, siendo, además interpretados por importantes voces en el extranjero.
Obras

La obra musical de Saquito más de 500 composiciones abarcó toda la gama de la música popular cubana, incluyendo la campesina. Sus composiciones han integrado el repertorio de los más destacados artistas y agrupaciones de Cuba, siendo además interpretadas por importantes voces en el extranjero. Todas adquirieron asombrosa popularidad, entre ellas, Camina como Chencha la Gambá, Mi cinturita y Me voy para la luna. El famoso trío mexicano Los Panchos conquistó a miles de admiradores con el tema Silverio, Facundo y la luna.

Según contaba él mismo, el sobrenombre de Ñico Saquito vino por su habilidad jugando al béisbol; "no se le va una pelota, alguien comentó, parece que tiene un saquito en la mano en este juego de béisbol", y así se quedó para siempre con ese apelativo.

En el año 1979, ya enfermo, Ñico Saquito grabó con el trovador, santiaguero como él, Eliades Ochoa, un disco antológico que sigue teniendo gran vigencia musical, mientras la más nueva hornada de músicos cubanos y otros bien arraigados como NG La Banda, los Van Van y Adalberto Álvarez y su Son, siguen incorporando sus creaciones.



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